jueves, 31 de enero de 2013

¿Qué pasa en tu cerebro cuando ves a alguien desnudo?



Decía el escultor Auguste Rodin que “una mujer que se desnuda es una imagen fulminante, como el sol que traspasa las nubes”. Pero ¿qué efecto provoca exactamente la desnudez en nuestro cerebro? Científicos de la Universidad de Tampere (Finlandia) han llevado a cabo un experimento mostrando a una serie de voluntarios imágenes de personas sin ropa, vestidas con traje de baño o ataviadas con prendas que cubrían todo su cuerpo. Comparando la respuesta cerebral ante las diferentes fotografías, los investigadores demostraron que el cerebro humano procesa las imágenes de cuerpos desnudos en solo 0,2 segundos, mucho más rápido que cualquier otra fotografía. Al mismo tiempo, cuanta más cantidad de ropa cubría el cuerpo de la persona retratada, más lenta era la velocidad de respuesta de las neuronas de quienes la observaban.

Como cabía esperar, la reacción cerebral en los varones era más fuerte ante el desnudo femenino. Sin embargo, la intensidad de la respuesta del cerebro femenino no variaba en función del sexo del modelo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Cultiva tu cerebro: juega a videojuegos



¿Quién no ha disfrutado alguna vez jugando al Pac-Man, batiendo records en el Tetris o aniquilando zombies en Resident Evil? Las estadísticas nos dicen que una buena parte de nosotros sí lo hemos hecho o lo hacemos en la actualidad. Y es que se estima que en España existen unos nueve millones de jugadores habituales. Hasta un 70 por ciento de los jugadores, según el estudio de GFK-Emer, dedican entre 1 y 4 horas semanales a esta actividad que ha adquirido recientemente un gran valor cultural, social y comercial. Esto ha venido acompañado de una serie de avances tecnológicos que han favorecido la creación de juegos cuyo contenido es más realista y complejo, y que puede permitirnos jugar en tiempo real con otras personas de países y edades muy distintas a los nuestros.
"Los videojuegos te vuelven más agresivo y te aíslan de la sociedad". Esta es una afirmación a la que se ha dedicado mucha investigación en todo el mundo y sobre todo en la edad dorada de los videojuegos allá por los años 80. Sin embargo, no todo son malas críticas para una de las actividades de ocio preferidas del ser humano. Los videojugadores superan al resto en algunas capacidades, según diversos estudios de la Universidad de Rochester en Nueva York. Parece que son más rápidos en sus respuestas, manejan mejor sus recursos de atención, integran la información visual más deprisa, hacen un mejor seguimiento de objetos móviles en el entorno e incluso podrían representar mentalmente los problemas de forma más adecuada. Incluso se han observado efectos positivos sobre el desempeño de algunos profesionales como pilotos y militares, o en actividades tan cotidianas como conducir un vehículo.


No todos los juegos son iguales

Pero no todos los juegos son iguales. Lo que señalan los expertos es que cada juego puede trabajar un aspecto diferente de la cognición. Así, parece que son los juegos de acción y estrategia como World of Warcraft, Rise of Nations o Medal of Honor los que poseen con más frecuencia esas características necesarias. Implican velocidad, tienen una gran carga visual, de movimiento y de pensamiento, necesitan un buen manejo de la visión periférica y lo que sucede en ellos es, la mayoría de las veces, imprevisible.
Estos hallazgos no han caído en saco roto. Tanto es así que se han desarrollado juegos específicamente orientados al desarrollo de nuestras capacidades cognitivas. Estas iniciativas a veces se presentan en forma de consolas como en el caso del Big Brain Academy para Wii de Nintendo, y en otras pueden aparecer como portales online como es el caso de Unobrain, portal de Brain Fitness pionero en el mundo hispanohablante.
Queda mucho por saber acerca forma en la que nos afectan los videojuegos y con seguridad habrá sorpresas. De momento disfrutemos sabiendo que, además de pasarlo bien, podemos estar beneficiando a nuestro cerebro.

martes, 29 de enero de 2013

Mantener la mente activa ayuda a prevenir el Alzheimer



¿Cómo prevenir el alzheimer? La respuesta la tienen 678 monjas y un científico. Las monjas eran las hermanas del Convento de Notre Dame, en Mankato, Minnesota, un grupo de mujeres particularmente longevas y lúcidas. El científico, David Snowdon, evaluó el rendimiento cognitivo de las hermanas y analizó sus cerebros post-mortem. Sus hallazgos fueron sorprendentes. En los cerebros de muchas de estas mujeres aparecían los signos patológicos típicos de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, esas mismas mujeres habían mostrado una lucidez en los últimos años de su vida aparentemente incompatible con los síntomas que asociamos a esta enfermedad.

¿Qué podía explicar esta discrepancia? Una vida llena de experiencias y estimulación intelectual parece estar en la clave de lo que hoy se denomina reserva cognitiva. La reserva cognitiva es la capacidad de sacar el máximo rendimiento a nuestro cerebro. Gracias a una propiedad cerebral conocida como plasticidad, el cerebro, nuestro ‘órgano jefe', es capaz de cambiar y modificarse incluso en la vejez. En el caso de las hermanas de Notre Dame, su labor docente, un estilo de vida activo y hábitos saludables parecían ser una combinación poderosísima contra la amenaza del alzhéimer.

En contra de lo que se pensaba tradicionalmente, los hallazgos científicos nos dicen que en la madurez también se generan nuevas neuronas y se establecen nuevas conexiones entre ellas. Esta es la base del aprendizaje. Usar estrategias como la organización y asociación de la información, el empleo de listas o el uso de agendas son algunas opciones para mejorar nuestro funcionamiento. Además, aprovechando el auge de las nuevas tecnologías, se han desarrollado programas más completos de entrenamiento cerebral. Estos programas persiguen fortalecer nuestras capacidades de atención, memoria, lenguaje, etc., a través de juegos y ejercicios que nos mantengan la mente activa. Nos protegen así de los efectos del tiempo y las enfermedades degenerativas.

lunes, 28 de enero de 2013

La cocaína causa depresión




En los consumidores de cocaína se produce un aumento en la sensibilidad hacia las emociones negativas, y efecto que persiste incluso cuando se ha abandonado el hábito. Estas son las conclusiones de un estudio publicado en la revista Addiction Biology, que ha analizado con técnicas de resonancia magnética funcional el efecto de esta sustancia sobre diferentes áreas del cerebro.

Los científicos, de las universidades de Granada y CEU Cardenal Herrera (Valencia), compararon las respuestas cerebrales ante imágenes relacionadas con emociones negativas en dos grupos: el primero formado por adictos a la cocaína que habían superado los quince días de abstinencia, y el segundo compuesto por personas no consumidoras. Los investigadores observaron una serie de alteraciones en diversas regiones de la corteza prefrontal que están involucradas en el control de la conducta, así como cambios en la conectividad de dichas áreas con otras encargadas con el procesamiento de las emociones, tales como el sistema límbico, el tálamo anterior o la amígdala.

Estos efectos están asociados con la mayor tendencia de los cocainómanos a la depresión y al estrés, así como la falta de control ante estados emocionales negativos, como el enfado o la frustración. Según los científicos, la identificación de las áreas cerebrales implicadas en estos procesos es clave para tratar a las personas que se deciden a abandonar el consumo de cocaína.

viernes, 25 de enero de 2013

¿Fumar "pudre" el cerebro?



Según se desprende de un estudio realizado en Reino Unido sobre 8.000 adultos, bastan cuatro años fumando de manera habitual para que se deterioren de manera evidente la memoria, la capacidad del cerebro de planificar y la destreza para cualquier tarea cognitiva. Si además se padece hipertensión y obesidad, el deterioro de la memoria es mucho mayor, tal y como concluyen los autores en la revista Age and Ageing. “El declive mental cada vez aparece más asociado al envejecimiento, y crece el número de personas que sufren como interfiere en su bienestar cotidiano, porque tienen problemas para recordar palabras o incluso para organizar las tareas que deben realizar a lo largo del día”, explica lex Dregan, investigador del King’s College de Londres y coautor del estudio.

De acuerdo con Dregan, “hay que crear conciencia sobre la necesidad de cambiar ciertos estilos y hábitos de vida debido al riesgo de deterioro cerebral”. Una dieta equilibrada, mantener un peso saludable, ejercitarse regularmente, controlar la presión sanguínea y el colesterol, así como no fumar pueden marcar la diferencia.

jueves, 24 de enero de 2013

Así funciona tu cerebro cuando no desayunas



Científicos del Imperial College de Londres (Reino Unido), dirigidos por el investigador Tony Goldstone, han demostrado que, si nos saltamos el desayuno, horas más tarde nuestro cerebro suele tener “antojos” de alimentos grasos y ricos en calorías.

Así se desprende de una investigación presentada en el congreso Neurociencia 2012, que se celebra estos días en Estados Unidos, realizada a partir de imágenes del cerebro de 21 hombres y mujeres de peso normal y 25 años de edad. Durante dos días consecutivos, se les mostraron fotografías de alimentos ricos en calorías mientras se les colocaba en un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (MRIf). Se les pidió que calificaran en qué medida les apetecían una serie de alimentos, que incluían chocolate, pizza, verdura y pescado. El primer día se pidió a los voluntarios que no desayunaran antes del escáner, pero al día siguiente se les dio, una hora antes del escáner, un desayuno de 750 calorías basado en cereales, pan y mermelada.

Cuando en el almuerzo se les instó a “consumir todo lo que desearan, aquellos que habían pasado la mañana en ayunas mostraron una predisposición clara hacia alimentos ricos en calorías. Los individuos que no habían desayunado ingirieron un 20 por ciento más calorías.

Los escáneres mostraron que la región del cerebro que podría estar involucrada en la atracción a los alimentos, la corteza orbitofrontal, se volvía más activa cuando el estómago estaba vacío. En definitiva, dejar de comer a primera hora de la mañana vuelve a los alimentos grasos y a los dulces más “atractivos” para nuestro cerebro y favorece una dieta desequilibrada, además de potenciar la voracidad

miércoles, 23 de enero de 2013

¿Qué pasa en tu cerebro cuando alguien dice tu nombre?




Según un estudio con resonancia magnética de la Universidad de Nueva Jersey (EE UU), cuando escuchamos nuestro propio nombre, el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro se activa con más fuerza que cuando oímos el nombre de otras personas. Concretamente, la actividad es mayor en las neuronas de la corteza frontal media y la corteza temporal. “Estos experimentos demuestran que reconocer que alguien nos nombra pone en marcha zonas cerebrales específicas que permanecen en silencio el resto del tiempo", concluían los autores en la revista Brain Research.

Tanto nos influye nuestro nombre que nos mostramos más predispuestos a comprar algo si nos lo ofrece un vendedor que comparte con nosotros alguna inicial en el nombre o en los apellidos, según un estudio de la revista Journal of Consumer Research. Y también han demostrado científicamente que somos más propensos a contraer matrimonio con una persona cuyo nombre empieza por la misma letra que el nuestro.