miércoles, 27 de marzo de 2013

8 cosas que no sabías sobre el autismo



Al menos uno de cada 150 niños sufre autismo. Te contamos ocho descubrimientos recientes sobre este trastorno cuyos principales signos y síntomas afectan a la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas.

Mal de genios. ¿Qué tenían en común Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen? Según ha concluído Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, todos estos grandes genios de la historia sufrieron alguna forma de autismo a lo largo de su vida.

Cabeza grande. Los niños con autismo tienen más niveles de hormonas implicadas en el crecimiento (factores de crecimiento insulínicos tipos 1 y 2) que aquellos que no padecen la enfermedad. Eso explicaría por qué la circunferencia de la cabeza en los autistas es más grande, según concluía un reciente estudio de la Universidad de Cincinnati (EE UU) publicado en Clinical Endocrinology.

La reputación no importa. De acuerdo con una investigación del Instituto Tecnológico de California (Caltech), a los autistas no les importa lo que los demás piensan de ellos. Para demostrarlo, los científicos compararon su comportamiento a la hora de hacer donaciones económicas a UNICEF en dos condiciones: estando solos y cuando eran observados por otra persona. Los sujetos sanos donaban más en presencia de un observador, porque tenían en cuenta cómo repercutiría en su reputación social. La cuantía donada por los autistas, sin embargo, era idéntica en ambas situaciones. Las conclusiones se publicaron en la revista PNAS.

Procesan mejor. Los autistas tienen mayor capacidad de procesar información que el común de los mortales, lo que podría explicar el porcentaje aparentemente mayor que el promedio de personas autistas que trabajan en el sector de la tecnología de la información, afirman investigadores de Reino Unido. Además de esta mayor capacidad de procesar información, los autistas son más capaces de detectar información que se considera esencial, según el estudio, que aparecía en la publicación Journal of Abnormal Psychology.

Cara autista. El rostro de los niños con autismo tiene rasgos característicos, de acuerdo con un estudio publicado hace poco en la revista Molecular Autism. Concretamente, tienen los ojos y la boca más anchos, la zona alta de la cara más grande de lo habitual y la zona media de la cara (nariz y mejillas) algo más pequeña que la media.

Prematuros. Los bebés prematuros y los que nacen con bajo peso tienen una predisposición cinco veces mayor a desarrollar autismo que aquellos que nacen con un peso normal, según un estudio publicado en la revista Pediatrics y basado en datos obtenidos durante 21 años.

Ventajas en la prehistoria. Algunos de los genes que contribuyen al autismo podrían haber sido seleccionados en el pasado porque proporcionaban mayores habilidades en inteligencia espacial, concentración y memoria, cualidades que favorecían a quienes padecían autismo a la hora de cazar y recolectar.

Neuronas espejo. Las personas que sufren autismo tienden a tener problemas en cuanto a las habilidades sociales y les resulta casi imposible mostrar empatía al comunicarse con otra persona. De acuerdo con una investigación dada a conocer en Biological Psychiatry, se debe a fallos en el sistema de las neuronas espejo (las encargadas de comprender y anticipar los deseos y las acciones de los demás), que no se bloquean pero se desarrollan con extremada lentitud.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Cómo ser más inteligentes?




La mayoría nos olvidamos de que sobre los hombros tenemos un casquete pensante al que hay que estimular y ejercitar para mantenerlo en forma. La rutina diaria, el desinterés por la lectura, el pasar las horas muertas frente al televisor, la inactividad física, los desmanes nocturnos, el pesimismo, el conformismo, el desinterés por buscar nuevas experiencias, la glotonería y la dieta insana, el abuso de alcohol y drogas, el aislamiento social, la ausencia de hobbies e incluso la apatía sexual son ejemplos de conductas que literalmente entumecen el cerebro. Sin duda alguna, nuestra masa encefálica cumple a pies juntillas el viejo aforismo lamarckista, que sentencia que "lo que no se usa se pierde". Una masa gris perezosa y sumida en el tedio es una materia gris infrautilizada y lerda. Lo contrario no es menos cierto: las capacidades innatas de nuestro cerebro pueden ser ampliamente potenciadas mediante el aprendizaje y la estimulación. El mantenimiento de las facultades mentales en un estado óptimo se erige como una prioridad para afrontar las dificultades de la vida, como prueba el hecho de que constituye uno de los campos más investigados de la medicina moderna. Si para conseguir un cuerpo tonificado sólo hay que echar mano de la gimnasia aeróbica, para muscular el cerebro contamos con... la neuróbica. El término es creación de Lawrence Katz, neurólogo de la Duke University, en Durham (EE UU), y padre de esta nueva disciplina. Su libro Keep your brain alive -traducido al castellano como Mente despierta- ha cosechado en Estados Unidos y otros países un séquito de incondicionales, aparte de propiciar el nacimiento de pingües negocios en forma de tests, softwares, libros y cursos de empresa para potenciar el rendimiento intelectual de los empleados, como los que imparten las compañías Mind Gym, de Londres; y Brainergy, de Cambridge (Massachusetts). A pesar de esta faceta comercial, numerosos científicos garantizan la seriedad de las promesas. A través de un completo programa de fitness cerebral, la neuróbica promete enseñarnos cómo entrenar el cerebro para que se mantenga ágil y sano. Los neuróbicos contemplan nuestra masa gris como si se tratara de un paquete de músculos que responde positivamente al ejercicio regular, así como a la dieta apropiada y a las horas de sueño recomendadas por los especialistas. Además de optimizar la agilidad intelectual, la neuróbica estimula la memoria, la capacidad de razonar, la creatividad y la coordinación motora. Y, según recientes investigaciones, retrasaría el envejecimiento neuronal y los desaguisados causados por trastornos neurológicos como el Alzheimer, el Parkinson y el Huntington.

Una masa gris con la consistencia de la plastilina

"La neuróbica tiene como objetivo el mantenimiento cerebral más que la mejora del cociente intelectual. No queremos ni podemos crear supercerebros." ¿Pero cuáles son los pilares científicos sobre los que se asienta este fitness mental? Sus mentores se aferran a dos conceptos que, dicho sea de paso, están introduciendo la neurología en una fascinante y prometedora era terapéutica: la neuroplasticidad, que es la habilidad manifiesta del cerebro para reorganizar sus patrones neuronales en función de nuevas experiencias; y la neurogénesis, esto es, la capacidad natural del encéfalo para fabricar nuevas neuronas. Hasta hace unas décadas, los científicos estaban convencidos de que el cerebro maduro era como el disco duro de un ordenador, incapaz de aumentar su capacidad y de reparar los daños tras una lesión o enfermedad. Sin embargo, en el último quinquenio los neurólogos han descubierto que nuestro kilo y medio de masa pensante se reorganiza a lo largo de la vida en función de la información que recibe. La adquisición o la repetición de una conducta, de un ejercicio mental, de una destreza física o de una actividad lúdica, como jugar al parchís o coleccionar cromos, hacen que el cerebro se reconfigure. Por ejemplo, en los músicos de cuerda, el área de la corteza cerebral que gobierna la mano que usan para tocar es mayor que la correspondiente a la extremidad que no digita; y los dedos más usados son los que tienen asignado un mayor espacio cerebral. Y curiosamente la corteza visual de los ciegos se activa cuando sus dedos leen el lenguaje Braille, como demostró en 1996 Mark Hallett y sus colegas de los Institutos Nacionales de la Salud en Bethesda (Maryland). Privada del sentido de la vista, la corteza visual se convierte en un procesador de estímulos táctiles, lo que permite al invidente desarrollar un sentido táctil superior al de los videntes. Como ya dijo el matemático y visionario Marvin L. Minsky, del MIT Media Lab, en Massachusetts, "la actividad principal de los cerebros es hacerse cambios a sí mismos." Estudios en animales certifican que el aprendizaje entraña el refuerzo de las uniones entre neuronas: cada una de éstas células nerviosas es capaz de entablar ¡10.000 conexiones con sus vecinas! Se crea así un entramado de neuronas que se excitan conjuntamente y estrechan sus lazos para evocar un pensamiento, un sentimiento o un movimiento. Aquí es donde opera el fitness cerebral: cuanto más se usa la nueva red neuronal, mayor es su nivel de cooperación y de eficacia en la respuesta. Para ser precisos, esta neuroplasticidad sucede a nivel de la llamada sinapsis, el punto de contacto entre dos neuronas. En realidad, se trata de un pequeño espacio donde la información que llega al extremo de una neurona -el axón- en forma de impulsos eléctricos se transfiere a un neurotransmisor, una especie de mensajero químico que deposita el mensaje en la puerta de entrada -la dendrita- de la neurona receptora.

La recompensa en forma de neurotrofinas

A mediados de los años setenta, los neurólogos aún sostenían que el cerebro adulto era incapaz de crear nuevas sinapsis. William T. Greenough, de la Universidad de Illinois, fue uno de los primeros en advertir que sus colegas estaban equivocados. Este neuropsiquiatra descubrió que los cerebros de ratas, tanto jóvenes como adultas, establecían nuevas sinapsis cuando a los animales se les planteaban tareas complejas o cuando se les introducía en ambientes hostiles. Indiscutiblemente, las sinapsis recién formadas reforzaban la memoria y la coordinación motora de los roedores. Para Katz, "los ejercicios neuróbicos inducen la producción de unos factores de crecimiento llamados neurotrofinas, especie de fertilizantes cerebrales que fortalecen la conexión entre neuronas y ayudan a éstas y a sus dendritas a mostrarse jóvenes y robustas."

Los científicos hallan dos paritorios en el cerebro

El otro bastión de la gimnasia mental es la citada neurogénesis. Hasta que Fred H. Cage entró en escena, los científicos aceptaron como un acto de fe que nacíamos con un cupo de células cerebrales que nuestro organismo gestionaba hasta la muerte. Pero hace un par de años, este neurólogo de Salk Institute for Biological Studies, en La Jolla (California), demostró que en los cerebros nacen nuevas neuronas, especialmente en las áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje. Hablamos de los ventrículos del prosencéfalo, que contienen el líquido cefalorraquídeo del que se nutre el sistema nervioso central; y el hipocampo, estructura que desempeña un papel crucial en los procesos memorísticos. Estos paritorios cerebrales albergan las células madre o stem cells de las que surgen las nuevas neuronas. Para madurar, éstas deben alejarse del lugar de nacimiento. En promedio, sólo la mitad realiza con éxito este viaje; el resto fallece en el intento. Recientes investigaciones señalan que las neuronas nacidas en los ventrículos migran hasta los bulbos olfativos, estructuras que reciben la información de las células nasales que captan los olores, y que las hijas del hipocampo cohesionan las redes neuronales existentes, para incrementar la capacidad cerebral de procesar y almacenar la información que llega. Aunque el proceso de neurogénesis se halla bajo control genético y está vigilado por una lista de factores de crecimiento, incluidos las mencionadas neurotrofinas, los científicos acaban de confirmar que la experiencia también regula el ritmo de producción de nuevas neuronas en el hipocampo, así como su integración en los circuitos cerebrales ya establecidos. Sin ir más lejos, Henrietta van Praag, miembro del laboratorio de Cage, ha descubierto que la división celular en el hipocampo se duplica en los ratones que corren en las ruedas de ejercicio.
Este hallazgo sustenta la tesis de que el ejercicio resulta beneficioso para la salud mental. De hecho, las personas deprimidas notan mejoría cuando aumentan su actividad física, quizás porque con ello estimulan la neurogénesis y, por ende, la regeneración cerebral. A Cage, le resulta apasionante la posibilidad de que los individuos sanos mejoren su rendimiento estimulando su cerebro para que fabrique neuronas de repuesto. Katz está convencido de que esto ya se consigue de forma natural con el programa de ejercicios que propone la neuróbica. ¿Pero sería factible potenciar las habilidades intelectuales de manera artificial? La respuesta es sí. La nueva farmacología se halla inmersa en la búsqueda de sustancias que fortalezcan las facultades cognitivas, sobre todo la memoria en las personas que la han perdido a causa de un infarto cerebral o una enfermedad neurodegenerativa. De hecho, algunos fármacos potenciadores de la cognición de uso terapéutico se han ganado el favor de estudiantes, ejecutivos, soldados y pilotos que buscan redoblar su agudeza y su rendimiento físico y mental saltándose a la torera la disciplina y el esfuerzo personal que conlleva cualquier reto de la vida.

Memoria de elefante gracias a las pastillas

La cafeína y sobre todo las anfetaminas, que empezaron a consumirse en los años cincuenta para reforzar la capacidad de vigilia, están dejando paso al metilfenidato -Ritalin-, que se receta para centrar la atención de los niños hiperactivos; el donepezil, que frena la pérdida de memoria en los enfermos de Alzheimer; y el modafinil, que es usado para tratamiento de la narcolepsia y para subir el ánimo a los deprimidos. El uso y abuso extramédico de estos fármacos inteligentes ya ha disparado las alarmas bioéticas en Estados Unidos y otros países donde se están ensayando para mejorar el rendimiento de las personas normales. Por ejemplo, algunos gobiernos y laboratorios evalúan desde hace unos años la eficacia y las contraindicaciones del donepezil y el modafinil en los pilotos estresados y agotados; y de las ampaquinas, moléculas que fortalecen la memoria, para optimizar la resistencia mental de los soldados.

Cómo sobresalir en algo sin previo aprendizaje

Mientras que unos científicos buscan cómo intervenir químicamente en el músculo cerebral, otros investigan cómo los impulsos de campo magnético podrían avivar las facultades cognitivas. Para conseguirlo, utilizan un dispositivo electromagnético que se conoce como estimulador magnético transcraneal (EMT). Se trata de unas bobinas de hilo conductor que se colocan sobre el cuero cabelludo y envían trenes de impulsos magnéticos intensos pero muy breves capaces de activar o desactivar zonas específicas del cerebro. En el ámbito terapéutico, la EMT se está utilizando a nivel experimental en el alivio de la depresión, y algunos expertos proponen su uso en el tratamiento de los trastornos obsesivos, la esquizofrenia, el dolor crónico, la epilepsia y otros desórdenes cerebrales. Sin embargo, un grupo restringido de investigadores contemplan la posibilidad de que los impulsos magnéticos puedan servir para alterar ciertas redes neuronales con el objetivo de intensificar las dotes memorísticas y de aprendizaje. Investigadores del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares han descubierto que la aplicación del EMT a la corteza prefrontal hace que los pacientes encajen más deprisa rompecabezas geométricos. Y Allan Snyder, director del Centro Australiano para la Mente, asegura que la desconexión transitoria del lóbulo frontotemporal con EMT hace que afloren habilidades concretas, sin previo aprendizaje, en sujetos sanos. Los resultados de este interesante estudio aún no han aparecido en revistas especializadas. Habrá que ver.

jueves, 21 de marzo de 2013

¿El estrés crónico aumenta el riesgo de demencia?



Cuando sufrimos estrés prolongado, aumentan los esteroides en sangre, entre ellos de la alopreganolona, una sustancia derivada de la progesterona que estudios anteriores vinculan con la ansiedad y la depresión. Según ha demostrado Sara K. Bengtsson, de la Universidad Umea (Suiza), esta sustancia acelera el desarrollo del alzhéimer en ratones, que además sufren un deterioro rápido de la capacidad de aprender y de la memoria cuando se incrementa esta sustancias.

Por otro lado, el incremento de esteroides aumenta los niveles de las proteínas beta-amiloides, propias del alzéhimer, que a su vez hacen que las sinapsis –la comunicación entre neuronas- funcionen inadecuadamente, tal y como expone Bengtsson en su tesis doctoral.

martes, 19 de marzo de 2013

8 consejos para mejorar tu salud mental




De los avances de la neurociencia publicados extraemos 8 consejos útiles para mantener una mente sana. ¡Toma nota!

1. Evita la obesidad
Un estudio realizado por Paul Thompson, investigador de la Universidad de California, apunta a que la obesidad puede reducir el tamaño del cerebro en los ancianos, haciéndolos más vulnerables a la demencia.


2. Lee a Kafka
Leer a Franz Kafka, por ejemplo la historia de Un médico rural, estimula nuestras neuronas y "nos incita a aprender nuevos patrones cerebrales, a desarrollar una mayor capacidad de aprendizaje", según un reciente estudio de la Universidad British Columbia y la Universidad de California.


3. Mejor en pareja
Estar casado o vivir en pareja reduce el riesgo de sufrir demencia y Alzheimer al envejecer en un 50 por ciento, según revela un estudio realizado por científicos suizos y finlandeses y publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal.


4. Entrénate para la multitarea
La capacidad de hacer varias cosas a la vez de forma eficiente está "limitada por la velocidad a la que nuestra corteza prefrontal procesa la información", asegura Paul E. Duz, investigador de la Universidad de Vanderbilt y coautor del estudio. La buena noticia es que esa capacidad se puede entrenar.


5. Apaga la televisión
Investigadores de la Universidad de Pensilvania han comprobado que ver la televisión antes de dormir suele generar deudas de sueño, que aumentan el riesgo de caer enfermos.


6. Medita
Si queremos desarrollar músculos más grandes y huesos más fuertes existen cientos de ejercicios y suplementos dietéticos que nos ayudan a lograr nuestro objetivo. ¿Pero qué sucede si lo que pretendemos es aumentar el tamaño de nuestro cerebro? Científicos de la Universidad de California (UCLA) demostraron la pasada primavera que también es posible recurriendo a la meditación.


7. Únete a un grupo
Un equipo de futbol, un club de lectura, una banda de rock,... Formar parte de un grupo social puede reducir el riesgo de sufrir infarto y demencia, según demostraban hace poco investigadores de las universidades australianas de Exeter y Queensland.


8. Haz garabatos
Llenar un papel de garabatos no es una pérdida de tiempo ni una distracción. Muy al contrario, favorece la concentración mental y estimula la memoria, según un estudio de la Universidad de Plymouth publicado en la revista Applied Cognitive Psychology.

lunes, 18 de marzo de 2013

¿Cuántos tipos de tumores cerebrales hay?




Los tumores cerebrales y de la médula espinal se denominan según el tipo de células que los forman y el lugar del cerebro en el sistema nervioso central (SNC) donde surgen primero. Un tumor astrocítico empieza en las células del cerebro con forma de estrella que se llaman astrocitos y que sirven para ayudar a que las células nerviosas se mantengan sanas. Es el caso del astrocitoma anaplásico, el astrocitoma difuso y el glioma del tronco encefálico. Un tumor oligodendroglial empieza en las células del cerebro que se llaman oligodendrocitos, que ayuda a mantener sanas las células nerviosas.

También existen tumores ependimarios, que habitualmente empiezan en las células que revisten los espacios llenos de líquido del cerebro y los que rodean la médula espinal. A ellos se suman los tumores meníngeos o meningiomas, que se forman en las capas delgadas de tejido que cubren el cerebro y la médula espinal. Y los meduloblastomas, tumores embrionarios que se forman en el feto y se pueden diseminar desde el cerebro hasta la columna vertebral a través del líquido cefalorraquídeo (LCR). En cuanto al craneofaringioma es un tumor poco frecuente que habitualmente se forma justo arriba de la hipófisis o glándula pituitaria.

Se puede usar el grado del tumor (I, II, III y IV) para indicar la diferencia entre los tumores de crecimiento lento y los de crecimiento rápido. El grado del tumor se basa en qué tan anormal es el aspecto de las células examinadas bajo un microscopio y en la probable rapidez en que el tumor pueda crecer y diseminarse.

jueves, 14 de marzo de 2013

Los nacidos en invierno tienen más riesgo de padecer esquizofrenia


Nacer en invierno puede tener consecuencias sobre la salud mental, según concluye un estudio publicado por científicos de la Universidad de Granada. Los nacidos entre enero y marzo tienen más posibilidades de sufrir esquizofrenia durante la edad adulta, lo que podría estar relacionado con la falta de vitamina D.


Los investigadores, que publican su estudio en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry, recopilaron datos sobre más de 300 personas hospitalizadas entre 1998 y 2006. Además de observar que una gran proporción de pacientes con esquizofrenia cumplía años en invierno, los resultados también revelaron que los nacidos durante la postguerra, un periodo con mayores restricciones alimentarias, también tenían mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad.


Según los autores, estos resultados se explicarían por déficits nutricionales. Durante el invierno hay menos horas de luz solar y el cuerpo produce menor cantidad de vitamina D, cuya carencia está relacionada con el desarrollo de la enfermedad. Este hecho también podría explicar la mayor cantidad de esquizofrénicos en los países del norte. Además, otros estudios han demostrado que cuando la madre tiene un peso bajo y déficits nutricionales, el niño tiene mayor probabilidad de sufrir esta enfermedad mental.


"El mayor riesgo podría ser un efecto de diversos agentes ambientales que actúen durante la gestación, tales como complicaciones obstétricas, infecciones virales (en particular durante el segundo trimestre de embarazo) o déficits nutricionales" ha explicado a SINC José María Martínez Ortega, uno de los autores.
Este trabajo amplía el estudio realizado por investigadores de la Universidad Vanderbilt en Tennessee (EE UU) que analizó la relación entre la alteración del reloj biológico y la fecha de nacimiento.

martes, 12 de marzo de 2013

Hoy 12 de Marzo Dia Mundial de la Prevencion del Glaucoma



Con la intención de prevenir e informar sobre esta enfermedad, el 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma. Seguro que has escuchado alguna vez hablar de esta afección pero, ¿sabes en qué consiste? ¿Existe tratamiento? ¿A cuántas personas afecta?

1. El glaucoma es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al nervio óptico y, además, tiene carácter irreversible. El daño se suele producir por un aumento en la presión intraocular. El deterioro progresivo de las fibras del nervio disminuye el campo visual y, en los casos más graves, puede conducir a la ceguera. De hecho, el glaucoma se considera la segunda causa de ceguera en el mundo.

2. El glaucoma es una enfermedad que no da síntomas hasta encontrarse en las fases más avanzadas. Debido a ello, la mitad de los casos se encuentran sin diagnosticar. Los expertos estiman que en España el glaucoma afecta a más de medio millón de ciudadanos, y a 60 millones en todo el mundo.

3. La tonometría de no contacto es una prueba que consiste en medir la presión intraocular y sirve para detectar posibles casos de la enfermedad. No duele y se realiza en menos de un minuto.

4. Aunque el glaucoma es una enfermedad crónica, existe tratamiento para frenar su avance, por lo que el diagnóstico precoz es importante, especialmente en aquellas personas con alto riesgo: diabéticos, afectados de miopía severa, mayores de 50 años y personas con antecedentes familiares.

5. La mayor incidencia de la enfermedad se produce a partir de los 40 años y afecta a un 2,1 por ciento de las personas entre 50 y 59 años, a un 2,3 por ciento entre 60 y 69 y al 3,5 por ciento de mayores de 70 años.

lunes, 11 de marzo de 2013

La Optogenetica esta causando furor en el mundo de la Neurociencia



La optogenética es una técnica que se usa para `encender´ y `apagar´ grupos de células del cerebro y que está causando furor en el mundo de la neurociencia. El método combina la genética, la óptica y la virología y permitirá estudiar el papel de las neuronas en la depresión, la ansiedad, la memoria y la conducta social.

¿Cuál es la ventaja de `iluminar´ un grupo de neuronas? Cuando una neurona o grupo de neuronas se activan producen un efecto: un movimiento, un proceso fisiológico como puede ser respirar, etc. Con esta técnica se pueden activar grupos de células cerebrales sensibles a la luz y estudiar las acciones que se desencadenan. "Antes no disponíamos de métodos para ver como trabaja cada tipo de célula de forma individual, o cómo se coordinan. Ahora podemos medir directamente la actividad eléctrica en zonas diana mientras controlamos ópticamente los subtipos de células", ha explicado Karl Deisseroth, de la Universidad de Stanford, en el congreso de la Federación Europea de Sociedades Neurocientíficas (FENS), celebrado en Barcelona.

El primer paso para `encender´ un grupo de neuronas consiste en seleccionar una proteína que sea sensible a la luz de un alga u otro organismo. Los científicos extraen el gen que sintetiza dicha proteína y lo insertan, mediante un virus inerte, en la zona del cerebro del mamífero que se pretenda activar. "Mediante técnicas ópticas y genéticas nos aseguramos de que únicamente los subtipos de células de la zona diana respondan al ser iluminadas", ha explicado Deisseroth. Cuando los científicos emiten rayos de luz láser, consiguen controlar estas células.

La optogenética fue elegida por la revista científica Nature Methods como `el método del año´ en 2010 y cada vez son más los investigadores que la están empleando. Gracias a ella se espera llegar a comprender en profundidad las funciones del cerebro y desarrollar futuros tratamientos para enfermedades mentales y neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer. "Si podemos pedir al cerebro que nos muestre como trabaja cuando está sano, y qué es lo que no funciona cuando no lo está, podemos identificar mejor qué es lo que habría que cambiar para que funcione mejor con el uso de las formas actuales de tratamiento", ha afirmado Deisseroth.

viernes, 8 de marzo de 2013

Vitamina D y omega-3 contra el Alzheimer



La vitamina D y el ácido docohexaenoico (DHA), del tipo omega-3, mejoran la capacidad del sistema inmunológico para limpiar las placas amiloides que se depositan en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, según revela el último estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de California (EEUU).

En su trabajo, que se publica en la revista Journal of Alzheimer Disease, los científicos han identificado los genes y las redes de señales reguladas por estos elementos, que a su vez controlan el proceso de inflamación y la eliminación de ?-amiloide, el principal componente de las placas seniles que se acumulan en las personas con la enfermedad.

Para ello, los científicos aislaron los macrófagos de una serie de muestras de sangre tomadas de un grupo de personas afectadas de Alzhéimer. Los macrófagos son un tipo de células del sistema inmune que se ocupan de `limpiar' los productos de deshecho en el cerebro y en otras partes del organismo. Dichas células fueron incubadas con ?-amiloide, el compuesto formador de placas. Al día siguiente se añadieron formas activas, tanto de la vitamina D3 como del DHA, y analizaron su efecto sobre la inflamación y la absorción de ?-amiloide.

Los resultados indicaron que ambos compuestos mejoraron la capacidad de los macrófagos para `engullir' al ?-amiloide, y además se inhibía la muerte celular que suele causar este elemento. Por otro lado, cada molécula usaba diferentes receptores y vías de señalización para llevar a cabo esta tarea.
Sin embargo, aún quedan muchos pasos por dar en la investigación. Estudios previos han identificado dos grupos distintos de pacientes con la enfermedad. Sus macrófagos expresan genes inflamatorios diferentes, y por tanto el efecto de la vitamina D y el omega-3 sobre dichas personas podría ser diferente en función del grupo afectado. "es necesario equilibrar cuidadosamente la administración de suplementos con vitamina D3 y omega-3 en función del paciente", explica Milan Fiala, uno de los investigadores. "Pero este es un primer paso para comprender en qué forma y en qué pacientes estas sustancias nutricionales pueden funcionar mejor".

miércoles, 6 de marzo de 2013

La pérdida de memoria es reversible



Un equipo de científicos canadienses ha descubierto por accidente un mecanismo que podría desentrañar los misterios del funcionamiento de la memoria y ayudar en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, según publica hoy la revista Annals of Neurology.

El descubrimiento se produjo cuando el neurocirujano Andres Lozano y su equipo del Toronto Western Hospital realizaban una exploración quirúrgica en el cerebro de un hombre de 50 años y 190 kilos de peso, en un intento por reducirle el apetito y neutralizar su creciente obesidad. Para ello, habían recurrido a una técnica ya exitosa de estimulación cerebral, en la que se insertan electrodos y se estimulan ciertos sectores mediante una pequeña carga eléctrica. Esta técnica se aplica desde hace más de diez años para tratar una amplia gama de trastornos, incluyendo la depresión, la enfermedad de Parkinson y las jaquecas.

Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. En lugar de perder el apetito, al estimular el centro del hambre (hipotálamo) el paciente comenzó a recordar con amplitud detalles de sucesos ocurridos 30 años atrás. Esos recuerdos se hacían más claros en la medida en que aumentaban los estímulos. Pruebas posteriores demostraron que la capacidad de aprendizaje del paciente también había aumentado de forma considerable.

Además, los investigadores comprobaron que los recuerdos se agolpaban en la mente del paciente cuando se estimulaban ciertas zonas del hipotálamo próximas al fórnix, un grupo de fibras que conduce señales al llamado sistema límbico. Este área del cerebro está implicada en las emociones y la memoria.

Tras este sorprendente descubrimiento, se han iniciado los primeros ensayos con pacientes que sufren el mal de Alzheimer. Lozano y su equipo pretenden comprobar si, efectivamente, estamos ante un nuevo y esperanzador tratamiento para los pacientes con enfermedades neurodegenerativas.

lunes, 4 de marzo de 2013

Tres neurocientíficos galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica



Los neurocientíficos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica . Estos investigadores son considerados referentes mundiales de la neurología por haber proporcionado pruebas sólidas de que las neuronas se regeneran en cerebros adultos (neurogénesis), así como por el descubrimiento de las llamadas neuronas espejo. Sus investigaciones han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el Alzheimer, el Parkinson o el autismo.

Joseph Altman inició sus investigaciones en 1961 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde descubrió la neurogénesis en adultos. Este hallazgo recibió muy poca atención por parte de la comunidad científica hasta que en los años 90 se demostró la veracidad de su teoría. Su labor investigadora certificó la existencia de neurogénesis en algunas áreas del cerebro postnatal y adulto de la rata, especialmente en el bulbo olfativo y el giro dentado. Asimismo, sugirió que estas nuevas neuronas desempeñan un papel crucial en los procesos de la memoria y el aprendizaje. Se ha demostrado que en varias especies, durante la etapa postnatal y a lo largo de toda la vida, continúan generándose nuevas neuronas, especialmente en las zonas subventricular (ZSV) y subgranular del giro dentado (GD) del hipocampo.

Arturo Álvarez-Buylla, licenciado en Investigación Biomédica por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1983, se doctoró en la Universidad de Rockefeller en 1988, y actualmente es investigador y profesor de Anatomía y Neurocirugía en la Universidad de California-San Francisco. Sus principales campos de trabajo son la neurogénesis del cerebro de los mamíferos adultos, el ensamblaje del cerebro, los tumores cerebrales y su curación y la ontogenia y la filogenia del comportamiento. Descubrió que una subpoblación de células gliales funciona como progenitores primarios de nuevas neuronas que se incorporan al bulbo olfativo. Describió en ese sistema la zona sub-ventricular, que es el origen de la neurogénesis de células olfativas en el adulto y la migración en cadena de estas células para alcanzar el bulbo olfativo, siguiendo una vía específica denominada rostral migratory stream. Académico correspondiente extranjero de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, es, además, miembro de la Sociedad de Neurociencias (EE.UU.), de la Organización Internacional de Investigación sobre el Cerebro y otras.

Giacomo Rizzolatti (Kiev, 1937) cursó sus estudios universitarios en Padua, donde se licenció en Medicina y Cirugía y se especializó en Neurología. Actualmente es profesor de Fisiología del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Parma. Sus primeras investigaciones estuvieron centradas en los campos de la fisiología del sueño y la visión. En particular, estudió la organización funcional del colículo superior y del cuerpo calloso del cerebro. Posteriormente, estudió el sistema motor y su papel en la percepción, así como la atención y las relaciones entre atención y el sistema motor. Mientras estudiaba la relación entre el sistema motor y las funciones cognitivas a principios de los 90, Rizzolatti descubrió en el cerebro de los monos un tipo de neuronas que se activaban no sólo cuando el individuo realizaba una acción concreta, sino también cuando observaba a un congénere realizar la misma acción. Denominadas neuronas espejo, este hallazgo inició una revolución en la comprensión del modo en que se interactúa con los demás. Investigaciones posteriores demostraron el papel de estas neuronas en el ser humano y sus distintas implicaciones en las capacidades sensoriales y el desarrollo del leguaje y la comunicación. Las neuronas espejo son las que permiten explicar la imitación y la empatía. Del mismo modo, un déficit de las mismas puede ser responsable de varios síntomas del autismo: los problemas sociales, motores y de lenguaje. Estas neuronas proporcionan un marco adecuado para la comprensión de los mecanismos subyacentes a la empatía emocional, imitación, comunicación y comportamiento social.

viernes, 1 de marzo de 2013

El cerebro se comunica mejor con zinc



¿Qué necesitan las células de tu cerebro encargadas de formar recuerdos para comunicarse adecuadamente? Zinc, según una investigación realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Los investigadores han logrado observar el zinc en acción mientras regulaba la comunicación entre las neuronas del hipocampo, donde se producen los procesos de aprendizaje y memoria y donde una perturbación de la comunicación puede contribuir a la epilepsia. El estudio ha sido publicado en la revista Neuron.

Según afirma James McNamara, autor principal del estudio y director del Departamento de Neurobiología de Duke, los suplementos de zinc se venden comúnmente sin receta médica para el tratamiento de varios trastornos cerebrales, incluyendo la depresión, pero que, sin embargo, no está claro si estos suplementos modifican el contenido de zinc en el cerebro o la eficacia de la comunicación entre las células nerviosas. El investigador hace hincapié en que las personas que toman suplementos de zinc debe ser cautelosas, en espera de la información necesaria sobre cuáles son las concentraciones adecuadas de este elemento.

Hace más de 50 años los científicos descubrieron altas concentraciones de zinc en unos compartimentos especializados de las células nerviosas, llamados vesículas, que contienen los transmisores que permiten a las células nerviosas comunicarse. Las mayores concentraciones de zinc del cerebro se encuentran entre las neuronas del hipocampo, el centro cerebral del aprendizaje y la memoria. Se sabía que la presencia de zinc en estas vesículas sugiere que este jugaba un papel en la comunicación entre las células nerviosas, pero se desconocía cuál. El equipo de Duke ha confirmado que la eliminación del zinc de las vesículas de ratones genéticamente modificados impide una buena comunicación. Además, también observaron que el aumento del neurotransmisor glutamato aumenta la comunicación mediada por el zinc.Un aumento excesivo de la comunicación de las células nerviosas que contienen zinc produce y empeora la epilepsia.