miércoles, 30 de octubre de 2013

Según la OMS 600.000 niños con retraso intelectual por culpa del plomo


La exposición al plomo provoca al año unos 600.000 casos de discapacidad intelectual en niños en el mundo, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo de la Semana de la Prevención del Envenenamiento por Plomo.
La exposición a altos niveles de plomo puede causar en los niños daños en el cerebro y el sistema nervioso central, convulsiones, coma e incluso la muerte. La OMS estima que unas 143.000 personas mueren al año envenenadas por plomo y apunta como principal causa a la pintura con este metal, utilizadas en la fabricación de casas, juguetes, muebles y otros objetos.
El 99% de los casos de menores afectados por altos niveles de exposición de plomo viven en países con ingresos bajos y medios y la causa es el uso de pinturas fabricadas con este componente. Desde la OMS explicaron que esos productos poseen un sabor dulce, lo que la hace más atractiva para los niños, que pueden coger y comer trozos de pintura desconchada.
La OMS identificó al plomo como uno de los 10 químicos que más afectan a la salud, por lo que pidió a sus Estados miembros acciones para proteger la salud de trabajadores, niños y mujeres en edad fértil.
Estas acciones incluyen la adopción de regulaciones y procedimientos para eliminar el uso de plomo en pinturas decorativas, además de proporcionar información a la población para renovar las casas donde se usó esta pintura. "El envenenamiento por plomo continúa siendo uno de los problemas de salud medioambientales que más afectan a niños en el mundo", expresó en un comunicado la directora de salud pública y medio ambiente de la OMS, María Neira.
Según Neira, esta situación se podría acabar si se establecen "medidas para restringir la fabricación y el uso de pintura con plomo". Este tipo de pintura sigue siendo un problema incluso en los países que ya han prohibido su uso, ya que se encuentra todavía en casas construidas hace décadas y su reemplazo supone un alto coste.
La pintura con plomo ha dejado de utilizarse en 30 países en todo el mundo, cifra que aumentará a cincuenta países en 2015 y que se espera que alcance a todo el mundo para 2020.

lunes, 14 de octubre de 2013

Consejos para retrasar el deterioro cognitivo


Un buen motivo para dormir más. Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, "perder una hora de sueño al día reduce en un 40% las probabilidades de tener un buen día". El sueño, no sólo tiene un efecto inmediato en las funciones intelectuales y el estado de ánimo, a largo plazo, asegura el experto, crea nuevas conexiones neuronales que protegen al cerebro de enfermedades como el Azheimer o la pérdida de memoria asociada a la edad.
Hay mucha gente que no le da la importancia suficiente al descanso nocturno, apunta Bilbao. "Bill Clinton decía que con cinco horas de sueño tenía suficiente. Dos años después (ya no era presidente de EEUU), le dio un infarto y dijo que estaba convencido de que había sido por culpa de 20 años sin descanso y que los peores errores de su carrera estaban motivados por el cansancio". Aunque a priori puede parecer que el cuerpo aguanta y que no necesita más horas de sueño, al final, "el organismo lo paga con el paso del tiempo".
Un buen motivo para dormir más. Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, "perder una hora de sueño al día reduce en un 40% las probabilidades de tener un buen día". El sueño, no sólo tiene un efecto inmediato en las funciones intelectuales y el estado de ánimo, a largo plazo, asegura el experto, crea nuevas conexiones neuronales que protegen al cerebro de enfermedades como el Azheimer o la pérdida de memoria asociada a la edad.
Hay mucha gente que no le da la importancia suficiente al descanso nocturno, apunta Bilbao. "Bill Clinton decía que con cinco horas de sueño tenía suficiente. Dos años después (ya no era presidente de EEUU), le dio un infarto y dijo que estaba convencido de que había sido por culpa de 20 años sin descanso y que los peores errores de su carrera estaban motivados por el cansancio". Aunque a priori puede parecer que el cuerpo aguanta y que no necesita más horas de sueño, al final, "el organismo lo paga con el paso del tiempo".

Cerebros 'cultivados'

La curiosidad y las nuevas experiencias también protegen de estos trastornos. "Una persona muy cultivada, a lo largo de su vida, logra un cúmulo de conexiones sinápticas tan importante que su cerebro puede llegar a pesar 100 gramos más. El cúmulo de aprendizajes ayudan a envejecer mejor y a resolver problemas difíciles con menor esfuerzo".
Otro de los puntos básicos para cuidar el cerebro es el desarrollo del lenguaje. Varios estudios han encontrado que entre las personas analfabetas, el Azheimer se presenta a edades más tempranas y, por el contrario, entre aquellas a las que les gusta la lectura o escribir, la pérdida de memoria asociada a la edad se retrasa. Relacionado con este apartado, de todos los pasatiempos para la mente, "recomiendo los crucigramas. Mi abuela completó un crucigrama al día durante toda su vida adulta y falleció a los 99 años con la mente más lúcida que yo he visto en una persona de su edad".
Pero no basta con este ejercicio. Hay que saber comer, subraya este especialista español, formado en el Hospital Johns Hopkins (Baltimore). "El consumo de pescado y fruta está asociado a un mayor desarrollo cognitivo, al igual que los hidratos de carbono complejos (harinas integrales)". Conviene, además, evitar la sal, los conservantes y los colorantes, que contribuyen a la inflamación del cerebro. El autor del libro propone varias recetas neurosaludables a través de su blog.
Y, por último, a modo de resumen, el estrés y el estado de ánimo. "Un cerebro optimista ayuda a ser más feliz y retrasa la oxidación cerebral y el riesgo de sufrir un ictus o Alzheimer".
En definitiva, "las neuronas con las que leemos un tebeo de niños son las mismas que cuando leemos un periódico a los 70 años. No se renuevan. Hay que cuidarlas" y cuanto antes se empiece este ejercicio de fondo, mejor. Un estilo de vida neurosaludable puede reducir el riesgo de sufrir Alzheimer alrededor de un 30%. "Si se descubriera una vacuna contra el Alzheimer, tendría más eficacia en las personas que se hayan cuidado su cerebro a lo largo de su vida", concluye Álvaro Bilbao.

martes, 8 de octubre de 2013

El mito de las ocho horas de sueño y pasos para dormir bien


El mito de las ocho horas de sueño

Un lugar habilitado para la siesta en el Empire State (Nueva York). | Miguel Rajmil | EL MUNDO
  • Dormir poco tiempo no es malo 'per se', depende de las necesidades individuales
  • Un 30% de la población sufre trastornos del sueño y el porcentaje aumenta
  • Los expertos recomiendan practicar la siesta. Es reparadora de la fatiga del día
Cada persona es un mundo. Una frase que se oye cada día, cada hora y para todo aunque se aceptan axiomas comunes a todos los mortales. Ahora, nos descubren que también cada uno es un mundo en la cama. A la hora de dormir, se entiende.
Gualberto Buela, presidente de la Asociación Española de Psicología Conductual (AEPC) y catedrático de Psicología de la Universidad de Granada, dirige estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo un curso sobre los trastornos del sueño y la ansiedad. Su primera parada es romper un "tópico bastante extendido e incorrecto", como lo define: el de dormir ocho horas diarias.
"Es una media, lo que indica que las necesidades de las personas son distintas. Hay algunas que con cinco o incluso cuatro horas y media de sueño les vale y no tienen somnolencia durante el día", ha afirmado Buela. Es decir, que dormir poco tiempo no es malo 'per se', sino que lo es o no en función de lo que cada individuo necesita.
Que aproximadamente un 30% de la población sufra trastornos del sueño, y el hecho de que haya aumentado el porcentaje en los últimos tiempos, guarda relación, también, con los estilos de vida. "Este índice es mayor en la población urbana que en la que vive en contacto con la naturaleza", ha destacado el presidente de AEPC.
Durante los cursos también se están tratando patologías como la apnea del sueño. Para el director del curso, el caracter crónico de esta enfermedad ("a quien se le diagnostica apnea es para toda la vida", ha precisado) hace difícil su tratamiento, pero sí ha incidido en ciertos aspectos que mejoran la vida del paciente y en el que colaboran psicólogos con médicos. "Si las personas no fuman, controlan el consumo de alcohol, comen menos grasas y azúcares y hacen ejercicio fisico, la apnea se reduce", ha asegurado Buela. Además, ha valorado positivamente un programa que llevan a cabo, en el que han conseguido que personas que sufren de este mal no sólo reduzcan el número de paradas cardiorespiratorias durante el sueño, sino también el tiempo de estas paradas.

Pasos para dormir bien

El catedrático ha destacado que las personas que no saben -por suerte- lo que significan estos trastornos "cuiden su sueño para no perderlo". En este sentido, ha mencionado algunas recomendaciones prácticas entre la que sobresale el hecho de "invertir en un buen colchón" porque, como ha remarcado, "dormir es la conducta que más practicamos los humanos".
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los ciclos del sueño duran "alrededor de 90 minutos". Por ello, es aconsejable dormir en múltiplos de esta cifra: tres horas, cuatro y media, seis, etcétera porque "nos levantamos mejor si se cumple el ciclo completo que si lo interrumpimos", ha precisado Gualberto Buela. Tener unos hábitos regulares para acostarse y levantarse es otra recomendación, siempre "sin llegar a la obsesión de una hora fija, pero sí una horquilla". Es importante, además, "no estar en la cama más de las horas que necesitemos"; es decir, si con seis horas estás 'reparado', no estar por obligación ocho.
Una de las recomendaciones más peculiares la enuncia con cierto humor:"Debería estar prohibido tener televisión en el dormitorio", ha afirmado para destacar que no se debe tener una actividad que 'despierte' al organismo como, ejemplificó, "ver un partido de fútbol donde se está implicado emocionalmente en la cama es malo. Si quieres escucharlo, hazlo en el salón", sentencia como si fuese una obviedad de la que nadie se había percatado hasta ahora.
Otro de los factores importantes para conciliar bien el sueño es lo que él denomina "separar los problemas de día de los de noche". Para el psicólogo, "en el momento en el que se entra en la habitación y se apaga la luz se deben acabar los problemas del día o, lo que es lo mismo, no 'rumiar' nuestras cosas en la cama".
Algo difícil de lograr porque, como él mismo reconoce, "casi todos los trastornos como depresión o angustia llevan consigo trastornos del sueño".

La siesta española

Eso sí, ha roto una lanza en favor de uno de nuestros productos más exportados y que, por desgracia, no nos reporta beneficio alguno por patente: la siesta. "La siesta está de moda, hasta en países como Suiza hay empresas que ya disponen de salas para que sus ejecutivas duerman 20 minutos, 30 máximo". Para él, la siesta tiene dos ventajas. La primera, que "es reparadora de la fatiga del día" y la segunda, el hecho de que "ayuda a sincronizar el ritmo circadiano".
Buela ha recordado cuando la siesta era utilizada ("sobre todo por los anglosajones", apunta) para criticar nuestra forma de vida y afirmar que se trabaja poco en España. Ante esto, ha recordado un estudio de la Universidad de Yale que "encontró que es más frecuente en la mayoría de las culturas dormir la siesta que no dormirla".
En esta 'desconexión' poscomida sí se cumple un tópico: la siesta ha de ser de media hora "como máximo". Esto es así porque si se supera este tiempo "se reduce la presión para el sueño nocturno".
Morfeo, dios de los sueños, atiende a lo tópicos -verdaderos o no- y 'recetas' del Palacio de la Magdalena. A usted, más terrenal, le deseamos felices sueños.

viernes, 4 de octubre de 2013

La edad está en el cerebro


En los últimos años, la sirtuina ha sido objeto de acalorados debates científicos. Aunque muchos expertos avalan sus propiedades antienvejecimiento, los últimos estudios descartan que dicha sustancia sea capaz de conseguir tales efectos. Los resultados son contradictorios.
Ahora, un grupo de investigadores de la escuela de Medicina de la Universidad de Washington (Saint-Louis,Misuri, EEUU) asegura tener la respuesta definitiva. Según Shin-ichiro Imai, el principal autor de este trabajo, publicado en la revista 'Cell Metabolism', "hemos identificado el mecanismo por el cual una proteína específica llamada SIRT1 consigue provocar en el celebro un retraso significativo en el envejecimiento y el aumento de la longevidad". Ambos, añade, "se han asociado con una dieta baja en calorías".
La asociación entre la alimentación y los años de vida no es nueva. El filósofo y científico japonés Ekiken Kaibara describió por primera vez, en 1713, el concepto de control de la dieta como método para lograr una buena salud y más longevidad. Quizás también lo puso en práctica, ya que murió a los 84, una edad muy por encima de la media en el siglo XVIII.
Desde entonces, los resultados de varios estudios realizados en modelos de ratones han apoyado esta teoría que relaciona una dieta baja en calorías con una vida más larga. Tal y como explica Ramón Estruch, del Centro de Investigación Biomédica en Red en Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), "hay mucha evidencia en este sentido, sobre todo en animales de experimentación. Incluso se ha visto que en situaciones de carencia económica (como el bloqueo en Cuba), en las que la ingesta calórica se reduce, disminuyen algunas enfermedades cardiovasculares y aumenta la longevidad".
Ahora, por primera vez, se descubre por qué ocurre. Imai y su equipo han observado que SIRT1 provoca actividad neuronal en zonas específicas del hipotálamo, lo que desencadena una serie de cambios físicos en el músculo esquelético, que adquiere más vigor y longevidad. "Vimos que en los ratones viejos que expresan SIRT1 en el cerebro, las estructuras musculares esqueléticas se parecen al tejido muscular joven", argumenta Imai. Es decir, ratones de 12 meses (lo que equivale a 70 años en los humanos) se muestran tan activos como los de cinco meses de edad.
SIRT1 es una proteína ligada a los genes y, como tal, cada persona expresa más o menos en función del ambiente que le rodea (la dieta seguida, la exposición solar, etc.). En el caso de los ratones estudiados por el grupo de Imai, algunos fueron modificados genéticamente para sobreproducir SIRT1 en los tejidos del cuerpo, mientras que otros fueron diseñados para producir esta sustancia sólo en el cerebro. Los resultados hablaban por sí mismos: "Sólo los animales que sobreexpresan SIRT1 en el cerebro tuvieron una vida más prolongada, al igual que los ratones normales criados en regímenes de restricción de calorías en la dieta".
En definitiva, el efecto antienvejecimiento de la sobreexpresión de SIRT1 es similar al de la restricción dietética. De hecho, los animales modificados genéticamente para producir más SIRT1 en el cerebro no tienen por qué reducir la ingesta de calorías para beneficiarse del efecto antienvejecimiento asociado a la sirtuina.
Esta sustancia no sólo se traduce en cambios del músculo esquelético, los roedores experimentaron un sueño más profundo y vivieron más. En los ratones machos, el promedio de vida aumentó en un 9% y en las hembras en un 16%. En humanos, equivaldría a 13 o 14 años más para las mujeres y unos siete más para los hombres.
Otro de los beneficios comprobados en este estudio fue el retraso de muerte por cáncer en los ratones con sobreexpresión SIRT1 en el cerebro. En general, "se retrasa el declive relacionado con la edad".
En vista de los hallazgos obtenidos, apunta Imai, dado que el envejecimiento está marcado en algunas áreas cerebrales del hipotálamo, se plantea la 'fantasía' de poder alargar la vida manipulando los núcleos cerebrales.

martes, 1 de octubre de 2013

¿Por qué son tan agresivas las metástasis?


Si hiciéramos un retrato robot de una célula cancerígena metastásica, es decir, de una célula que se ha diseminado de su lugar de origen a otras partes del cuerpo donde puede dar lugar a un nuevo tumor, su rasgo más distintivo sería su habilidad para atravesar las paredes de los vasos sanguíneos. Científicos de la Universidad de Zúrich demostraron que, al menos en parte, semejante "superpoder" es conferido por una proteína denominada CCL2. Esta engaña y manipula a los receptores o porteros moleculares del endotelio –tejido que recubre el interior de arterias, venas y capilares– para que abran sus puertas hacia la sangre. Los niveles elevados de la quimiocina CCL2 son característicos, sobre todo, de las metástasis surgidas a partir de los cánceres de mama, próstata e intestino. 

Además, investigadores de la Universidad de Arizona han llegado a la conclusión de que las células invasoras cuentan con unas estructuras llamadas invadopodios, especie de protuberancias o pies que les permiten pasar de un órgano a otro abriendo brechas en los tejidos. Es como si montaran una tienda de campaña: tras proyectar una porción de su rígido andamiaje interno hacia la membrana celular, extienden una protuberancia larga y delgada hacia la matriz extracelular –el medio en el que están inmersas las células– que les ayudaría a desplazarse. 

Otro de sus rasgos característicos es lo poco que les cuesta hacer amigos. De hecho, los científicos han descubierto que tienen más compinches infiltrados dentro de nuestro organismo de los que imaginábamos; entre ellos, las plaquetas. Biólogos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) comprobaron que este componente de la sangre, responsable de la cicatrización de heridas, también se encarga veladamente de ayudar a las células malignas a crecer, a traspasar los tabiques de los vasos, a navegar por el torrente sanguíneo y a instalarse en nuevos tejidos.