martes, 28 de octubre de 2014

Los peligros de las bebidas energéticas para la salud


Desde que hace unos años, las bebidas energéticas se pusieron de moda, su consumo no ha dejado de crecer. Al contrario de lo que da a entender esta denominación, estas bebidas no aportan una dosis de energía extra sino una gran cantidad de cafeína.

En este artículo se aportan detalles sobre qué efectos tienen las bebidas energéticas en el corazón, cómo un mal uso de puede ser peligroso para la salud, sobre todo, de los jóvenes, cuánta cantidad se consume en la Unión Europea y cuáles son las recomendaciones de los expertos.

Las bebidas energéticas son refrescos que contienen un combinado de diversas sustancias entre las que destacan la cafeína, los aminoácidos (como la taurina), carbohidratos (como glucoronolactona, un derivado de la glucosa), vitaminas y, a veces, extractos de plantas medicinales, como el ginseng o el guaraná. Es importante diferenciarlas de las bebidas para deportistas, diseñadas para la recuperación de sales minerales después de una actividad física intensa.
Una lata de bebida energética o energetic drink contiene una dosis de cafeína que equivaldría, aproximadamente, a la de cuatro tazas de café filtrado, o a la que aportan dos expresos, a la de casi cuatro latas de cola o, según el Comité de Toxicología del Reino Unido, a seis tazas de té: alrededor de 300mg.

Combinados de bebida energética: aumenta el peligro

En adultos sanos, se considera un consumo moderado entre los 100 mg y 300 mg de cafeína al día (cifra que supera una lata de la mayoría de las bebidas energéticas) y las dosis máximas recomendadas alrededor de 400 gramos. En principio, los especialistas están de acuerdo que en personas adultas, la ingesta relativamente importante de cafeína de manera puntual no supondría ningún problema, sino se asocian a otras sustancias como el alcohol.
De hecho, este es una de los peligros mayores de estas bebidas cuando se mezclan con alcohol, un combinado en auge, sobre todo, entre la población joven. La asociación bebidas energéticas y alcohol puede provocar efectos indeseables como alteraciones cardiovasculares, como taquicardia, palpitaciones o aumento de la presión arterial, insomnio, nerviosismo y falta de coordinación motora. A ello se le suma la la falsa idea de que 'repara' los efectos del alcohol cuando, en realidad, únicamente compensa las funciones intelectuales, pero no la coordinación motora. Solo oculta la embriaguez. Esta ilusoria sensación de control puede provocar que quienes hayan bebido, opten por conducir creyendo que están en condiciones de hacerlo, con el peligro que supone.

Bebidas energéticas: efectos sobre el corazón

Un reciente estudio realizado por expertos de Universidad de Universidad de Bonn (Alemania) publicado en la revista de la Radiological Society of North America señala que las bebidas energéticas con cafeína y taurina tienen, a corto plazo, un impacto significativo en la contractibilidad del corazón. El estudio se realizó en 18 voluntarios sanos a quienes realizaron una resonancia magnética cardiaca antes y una hora después de consumir un refresco con taurina (400 mg por cada 100 ml) y cafeína (32 mg por 100 ml).
Aunque no encontraron diferencias significativas en la frecuencia cardíaca, la presión arterial o la cantidad de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo, y a la espera de que se arrojen nuevas evidencias, los especialistas aconsejan a las personas con trastornos cardíacos que eviten su consumo, ya que los cambios en la contractilidad podrían desencadenar arritmias.

¿Qué cantidad de bebidas energéticas se consume?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas inglesas) publicó en 2013 un informe en el que se recopilaban los datos sobre el consumo de las bebidas energéticas por grupos de población. En la encuesta participaron más de 52.000 personas de 16 Estados miembros, seleccionados para conseguir una cobertura adecuada de la población y de los diferentes patrones de consumo. Debido a que no hay una definición concreta de qué son las bebidas energéticas se incluyó a las bebidas sin alcohol, con cafeína, taurina y / o vitamina, como mínimo y que se comercializan por sus potenciales efectos estimulantes y energizantes.
Las conclusiones que recoge el citado informe son las siguientes:
  • Adultos, de 18 a 65 años: el 30% de los entrevistados afirmaba que consumía bebidas energizantes. De estos, el 12% eran grandes consumidores de 4-5 unidades a la semana (4,5 litros de media cada mes). El 11% consumían en una sola sesión, al menos 1 litro.
  • Adolescentes, de 10 a 18 años: el 68% de los entrevistados aseguraba que las consumía de manera habitual. El 12%, unos 7 litros mensuales, y el 12% bebían como mínimo un litro en una sola sesión.
  • Niños, de 3 a 10 años: el 18% de los entrevistados eran consumidores de estas bebidas. De estos, el 16% aseguraba un consumo medio de 0,95 litros a la semana (cerca de 4 litros por mes).
  • Mezcladas con alcohol: en forma de combinado lo toman el 56% de los adultos y el 53% de los adolescentes consumidores.
  • Asociadas al ejercicio físico: alrededor del 52% de los adultos y el 41% de los adolescentes afirmaron que consumían bebidas energéticas durante la actividad física.

Bebidas energéticas: recomendaciones de los expertos

Según un informe elaborado por el Comité Científico Asesor de Seguridad Alimentaria, la Agencia de Salud Pública de Cataluña recomienda de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ASPCAT):
  • No mezclar estas bebidas con alcohol.
  • Embarazadas y mujeres lactantes, niños, personas sensibles a la cafeína, con trastornos cardiovasculares o neurológicos deberían abstenerse de consumirlas.
  • No utilizarlas para reponer los líquidos perdidos en la actividad física intensa: la cafeína tienen efectos diuréticos y aumenta el riesgo de deshidratación. En estos casos hay que beber agua o bebidas diseñadas para ello.

Mejora el rendimiento deportivo pero con efectos secundarios

En los últimos años, las bebidas energéticas se han puesto de moda también entre los deportistas. Se estima que la mitad las consume de manera habitual durante los entrenamientos o antes de competir. Sin embargo, su uso no está exento de efectos secundarios, como lo han demostrado expertos de la Universidad Camilo José Cela, de Villanueva de la Cañada (Madrid).
En el estudio -'El uso de bebidas energéticas en el deporte: la percepción ergogenicidad y los efectos secundarios en los atletas masculinos y femeninos'- se siguió durante cuatro años a deportistas de élite de diversas disciplinas (futbol, rugby, tenis, baloncesto, voleibol, natación, hockey y escalada): un grupo tomó el equivalente a tres latas de bebida energética y el otro, una bebida placebo antes de una competición deportiva.
A pesar de que los resultados muestran que estas bebidas energéticas - estimulantes, según la Organización Mundial de la Salud- mejoran el rendimiento deportivo entre un 3% y un 7% (como la velocidad de los nadadores, la potencia muscular y la fuerza en los escaladores o la precisión en los jugadores de voleibol, entre otras) también provocan efectos no deseables. Los resultados mostraron que el grupo que tomaba bebidas energéticas sufrieron con más frecuencia de insomnio, nerviosismo y el nivel de activación después de la competición, efectos relacionados tradicionalmente con el consumo de bebidas con cafeína. Los autores señalan, tal y como publica la British Journal of Nutrition, que no hubo diferencias significativas entre sexos, ni en la percepción de los efectos positivos ni en la de los secundarios.

martes, 14 de octubre de 2014

Liberate del Stress con la Risoterapia: una herramienta positiva para sentirnos plenos y satisfechos


La risoterapia es un proceso terapéutico en el que mediante la risa y otras técnicas se busca la forma de sentirse plenos y satisfechos. La risa moviliza la columna vertebral, mejora la tensión arterial y da más oxígeno. Segrega hormonas de la felicidad: serotonina, dopamina, adrenalina y endorfinas.

Cuando reímos a carcajadas se activan entre 100 y 400 músculos. Porque la risa es buena para nuestra salud y no sólo en lo anímico. La risa tiene beneficios fisiológicos y por eso la risoterapia existe y se puede utilizar como el motor de un cambio positivo en nuestras vidas. 
Como explica Irene Fernández Megina, fundadora y directora de la Escuela de Risoterapia de Madrid, la terapia de la risa engloba toda una serie de dinámicas vivenciales en las que se combinan movimiento, juegos y técnicas procedentes de la meditación activa, las dinámicas de grupo, el baile libre, la arteterapia o la musicoterapia, entre otras disciplinas. 
La risoterapia, define Megina, es un proceso terapéutico y de crecimiento personal en el que mediante la risa y otras técnicas vivenciales con alto grado de interacción encontramos la forma de sentirnos plenos, satisfechos y felices. "En 20 segundos de carcajada sana, se realiza la misma cantidad de ejercicio aeróbico que remando durante 3 minutos", señalan en esta escuela.

Los principales beneficios fisiológicos de la risas son:

  • Moviliza la columna vertebral, lo que ayuda a aliviar el estrés y los dolores de espalda.
  • Fomenta la secreción de las denominadas hormonas de la felicidad: serotonina, dopamina, adrenalina y endorfinas que producen una sensación física de bienestar global.
  • Cardiovasculares: mejora la tensión arterial y los procesos asociados.
  • Pulmonares: al reír conseguimos el doble de oxígeno, una hiperventilación natural que favorece a todos los procesos del organismo.

La risa, una herramienta no un fin

Quienes ejercen la risoterapia proceden fundamentalmente de los ámbitos de la fisioterapia, la psicología y la expresión corporal. La risa se emplea como una herramienta más y no como un fin en si mismo ya que facilita entrar en terrenos más profundos sin la resistencia que se podría dar en otros contextos terapéuticos.

Según señala Fernández Megino, no se fuerza la risa desde el exterior como en el caso del humor sino que se busca conseguir un estado de felicidad que facilite la risa, en el que se ríe para estar bien. Se trabaja sobre los sentidos para estar más atento y focalizado al disfrute. Para ello se aplican técnicas de la psicología positivista que se centran en las habilidades que comparten las personas genuinamente felices. Así, en los talleres se entrenan los estados de felicidad y optimismo a través de dinámicas de grupo y juegos.
Megino distingue entre dos tipos de risa, la risa de descarga y la risa relajada. En la risa de descarga reímos de lo que no nos permitimos normalmente: el poder, el dinero, el sexo y aquello que nos hace parecer tontos o estúpidos. La risa relajada es la más cercana a la felicidad, es una risa amplia y no es tan sonora, en ocasiones es como un suspiro.
Aunque la risa es contagiosa, la terapeuta señala que existen ejercicios físicos que la promueven jugando con la respiración por ejemplo o con la emisión de sonidos. También se trabaja sobre la risa interior a través de la meditación o técnicas psicológicas como los denominados 'anclajes' a través de los que se generan compromisos personales con uno mismo. Según señala la terapeuta, la mayoría de personas sitúa su 'yo esencial' en el corazón, de ahí que se practique la sonrisa al corazón para estar a la escucha de nuestros intereses reales.