jueves, 31 de julio de 2014

¿De qué se ríen los bebés?


Cuando semanas después de nacido, el bebé finalmente esboza una sonrisa, sus agotados padres se derriten. Muchos lo pueden interpretar como un acto reflejo, pero en realidad no es así. Si se escucha la risa de un bebé, uno no puede sino concluir que entienden la broma.

El doctor Caspar Addyman, investigador de la carcajada del bebé de la Universidad de Londres en Birkbeck, lleva más de cinco años estudiando la risa de los bebés desde su laboratorio y a partir de encuestas por internet a miles de padres de todo el mundo.
Addyman llegó a la conclusión de que los pequeños entienden el chiste.
"Uno no se ríe si no entiende la gracia. Cuando los bebés se ríen de algo, quiere decir que hay algo que comprenden del mundo", le explica al programa Health Check de la BBC.
El experto sabe que esto no es algo fácil de probar en un laboratorio; "pero creo que una de los aspectos clave y mejores de los bebés es su alegría y asombro por el mundo, razón por la cual creemos que debemos incluirlo en la investigación".
En internet hay un video viral sobre un bebé riendo a carcajadas cuando su padre rasga un papel. Una acción que para uno es normal o irrelevante, para el pequeño es de lo más gracioso.
"Esto se debe al elemento sorpresa, a lo inusual", explica Adyman. "Aquí tuvimos un padre con un bebé de tan sólo tres meses que se rió de lo mismo, es probablemente el bebé más pequeño del mundo -que sepamos- que se haya reído de esto".
Addyman y su equipo han procesado las respuestas de unos 1.400 padres de todo el mundo sobre quién hace reír a sus bebés y qué los hace reír más.

Primero cosquillas

Y pareciera que, como durante tanto tiempo han insistido los padres, la risa empieza mucho antes de lo que la mayoría de los psicólogos piensan.
"Pienso que los padres son los que mejor saben si su hijo se está sonriendo o si sólo se trata de un acto reflejo", comenta el experto.
"Las sonrisas se manifiestan desde el primer o segundo mes de nacidos", señala Addyman. "La risa aparece poco después".
Este doctor considera que las cosas de las que se ríen los bebés parecen tener que ver con lo que entienden del mundo.
"Así que para los muy pequeños, son sólo sensaciones físicas", agrega Addyman. "Obviamente las cosquillas son un punto de partida".
"Poner a los bebés de cabeza parece ser una buena forma de hacerlos reír", continúa. "Y en la medida que crecen, aumenta el nivel de sofisticación (del sentido del humor)".
Así, lo siguiente es la sorpresa, que empieza a ser una parte clave de la risa. "Solo cuando tienen de 8 a 12 meses es que entienden lo suficiente del mundo como para detectar cuándo las cosas no son lo que parece".
Ejemplo de ello es cuando la mamá cambia la voz a tonos más infantiles, o el papá se pone un sombrero ridículo. "Estas acciones solo se hacen graciosas cuando el bebé está lo suficientemente seguro de los cimientos de su mundo".
"Es muy difícil hacer que los niños rían en el laboratorio, debido a que cada bebé es distinto y la risa es parte de su relación con el mundo".

martes, 29 de julio de 2014

La Fatiga Cronica podria estar Vinculada a los Cambios Cerebrales segun estudio



Un estudio de imágenes cerebrales ha mostrado que los pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen respuestas reducidas en una región del cerebro relacionada con la fatiga. El hallazgo, que se publica en Plos One, sugiere que el síndrome de fatiga crónica se asocia con cambios en el cerebro que implican a circuitos cerebrales que regulan la actividad motora y la motivación.

En comparación con individuos sanos, los pacientes con síndrome de fatiga crónica presentaban una menor activación de los ganglios basales, tal y como se midió en las imágenes de resonancia magnética funcional. Esta disminución de la actividad de los ganglios basales también se relacionó con la gravedad de los síntomas de fatiga.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses, el síndrome de fatiga crónica es un trastorno debilitante y complejo que se caracteriza por fatiga intensa que no mejora con reposo en la cama y que puede empeorar con el ejercicio o el estrés mental.
"Elegimos los ganglios basales porque son los objetivos principales de la inflamación en el cerebro", explica el autor principal de este trabajo, Andrew Miller, profesor de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, en Atlanta, Estados Unidos. "Los resultados de una serie de estudios previos sugieren que el aumento de la inflamación puede ser un factor que contribuye a la fatiga en pacientes con síndrome de fatiga crónica y puede incluso ser la causa en algunos de ellos", añade.

Los ganglios basales son estructuras profundas dentro del cerebro, que se cree que son responsables del control de los movimientos y las respuestas a las recompensas, así como de las funciones cognitivas. Varias enfermedades neurológicas implican una disfunción de los ganglios basales, incluyendo la enfermedad de Parkinson y la de Huntington, por ejemplo.

En anteriores estudios de investigadores de Emory se vio que las personas que toman interferón alfa como tratamiento para la hepatitis C, que puede inducir a la fatiga severa, también muestran una actividad reducida en los ganglios basales. El interferón alfa es una proteína producida naturalmente por el cuerpo, como parte de la respuesta inflamatoria a la infección viral, por lo que la inflamación también se ha vinculado con la fatiga en otros grupos, como los sobrevivientes de cáncer de mama.

Respuestas a virus

"Varios trabajos previos habían sugerido que las respuestas a los virus pueden ser la base de algunos casos de síndrome de fatiga crónica --dice Miller--. Nuestros datos apoyan la idea de que la respuesta inmunitaria del cuerpo a los virus podría estar relacionada con la fatiga, al afectar al cerebro a través de la inflamación. Continuamos estudiando cómo la inflamación afecta los ganglios basales y sus efectos en otras regiones del cerebro y la función cerebral".

Las implicaciones de estos conocimientos en el tratamiento pueden incluir la potencial utilidad de los medicamentos para alterar la respuesta inmunitaria del cuerpo mediante el bloqueo de la inflamación o el suministro de medicamentos que mejoran la función de los ganglios basales, apunta el principal investigador de este trabajo.

Los científicos compararon a 18 pacientes con diagnóstico de síndrome de fatiga crónica con 41 voluntarios sanos. Los 18 pacientes fueron reclutados en base a una encuesta telefónica inicial seguida de extensas evaluaciones clínicas, mediante las cuales se excluyó a las personas con depresión grave o que estaban tomando antidepresivos, menos aquellos con trastornos de ansiedad.

Un dólar al acertar

Para la parte de las imágenes cerebrales del estudio, se dijo a los participantes que iban a ganar un dólar si adivinaban correctamente si una tarjeta preseleccionada era de color rojo o negro. Tras su conjetura, se les reveló el color de la tarjeta y fue entonces cuando los investigadores midieron el flujo sanguíneo a los ganglios basales.

La medida clave era cómo de grande era la diferencia de actividad entre el acierto y el fallo. Los que padecían más fatiga crónica tenían los cambios más pequeños, sobre todo en el núcleo caudado derecho y el globo pálido derecho, las dos partes de los ganglios basales.

Los estudios actualmente en marcha en Emory están investigando aún más el impacto de la inflamación en los ganglios basales, incluyendo análisis con tratamientos antiinflamatorios para reducir la fatiga y la pérdida de la motivación en los pacientes con depresión y otros trastornos con inflamación, entre ellos el cáncer.