lunes, 7 de abril de 2014

Un análisis podría predecir el riesgo de sufrir muerte súbita cardiaca



Una investigación coordinada por Samuel C. Dudley, jefe de Cardiología en el Instituto Cardiovascular, en Rhode Island (EE. UU.), ha revelado que mediante un determinado análisis de sangre se podría predecir el riesgo que tiene una persona de sufrir muerte súbita cardiaca. Esta dolencia, originada por distintas cardiopatías, causa en España unas 20.000 muertes al año.


El avance, publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, permitirá a los médicos evaluar con más precisión si el afectado necesita que se le implante un desfibrilador automático antes de que sufra la dolencia.

Y es que según Dudley, el 60% de los pacientes que reciben uno de estos dispositivos, capaces detectar anomalías en el ritmo cardiaco y corregirlas, en realidad no lo precisan.


El ensayo establece que la nueva técnica, aún en fase piloto, es más eficaz que las que en la actualidad se utilizan para detectar este tipo de males, basadas en la denominada estratificación del riesgo cardiovascular, donde se ponen en relación distintos factores asociados con este, como los niveles de presión arterial. Dudley espera que este mismo año se inicien las pruebas que permitan validar este test.


“Especialmente en los países en vías de desarrollo, los médicos no pueden hacer más que esperar a que una persona sobreviva a uno de estos sucesos para implantarle el desfibrilador; y solo un 10% de los afectados lo supera”, indica Dudley.

“Es como un arma de doble filo. Con los medios actuales no podemos estar seguros si un paciente necesita uno de estos ingenios, así que sería una irresponsabilidad no colocárselo si puede salvarle la vida. Pero si las pruebas demuestran que estamos en lo cierto respecto al tipo de análisis que hemos diseñado, podremos evaluar el riesgo de modo más eficaz y con menos costes”.

martes, 1 de abril de 2014

Desvelarte daña el cerebro



Cada vez se hace más evidente la importancia de dormir. Investigadores de la Universidad de Pensilvania demuestran que la privación del sueño a largo plazo puede resultar en la pérdida de neuronas, provocando un daño cerebral permanente.

El descubrimiento es especialmente preocupante para quienes trabajan un turno de noche. Previamente se ha demostrado que los horarios de trabajo que interfieren con el ritmo circadiano del cuerpo y los ciclos naturales del sueño provocan serios daños a la salud. Ahora, se descubre que las personas nocturnas se enfrentan a un peligro aún más grave.

El equipo de científicos, liderado por Sigrid Veasey, impuso a ratones de laboratorio un itinerario de sueño similar al que siguen quienes trabajan de noche. Los dejaban dormir un rato antes de despertarlos por periodos cortos y largos de tiempo. Posteriormente, analizaron la región cerebral conocida como locus cerúleo, un conjunto de células nerviosas asociadas a la función cognitiva y el estado de alerta.

Se sorprendieron al constatar el daño cerebral en los ratones; habían perdido el 25% de estas neuronas. Los investigadores creen que al perder horas de sueño, las células nerviosas respondieron emitiendo una proteína llamada sirtuin 3, la cual las protege. Sin embargo, cuando la falta de sueño se volvió un hábito, la reacción dejó de funcionar y las células empezaron a morir a un ritmo acelerado.

Los científicos concluyen que si bien el desvelamiento ocasional no provoca efectos negativos a largo plazo, una interrupción constante del ciclo del sueño causa un daño cerebral irreparable. Los resultados del estudio han sido publicado en Journal of Neuroscience.