miércoles, 25 de febrero de 2015

Los Beneficios de Dormir Bien y consecuencias de Dormir Poco






Beneficios de dormir bien:


Dormir bien aumenta la resistencia física.
Con un sueño reparador nos cansamos menos y tenemos mejor resistencia aeróbica, fundamental para deportistas. Varios estudios realizados por la Universidad de Stanford (EE.UU.) confirmaron que los atletas que dormían 10 horas en período de competición mejoraban tanto sus tiempos como su resistencia física.


Consecuencias de dormir poco:

Para el cerebro: Diversos estudios han concluido que pasar tres días consecutivos durmiendo cuatro horas o menos mata células del cerebro. Por si esto fuera poco, si nos pasamos 24 horas sin dormir nuestro cerebro también lo paga. Al no descansar, nuestro órgano pensante es incapaz de limpiar las proteínas que forman las placas que causan la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Por tanto, si no dormimos, nuestro cerebro no puede protegernos del alzhéimer ni de la demencia.

martes, 17 de febrero de 2015

¿Pacientes en estado vegetativo,en realidad están conscientes?



Una nueva investigación plantea la inquietante posibilidad de que un porcentaje muy superior a lo creído hasta ahora de las personas paralizadas y aparentemente en estado vegetativo total esté consciente e incluso perciba y entienda lo que se le dice.

No hace mucho ya hablamos en NCYT de Amazings de un posible caso de este tipo , el del ex-primer ministro israelí Ariel Sharon, quien en 2006 sufrió una hemorragia cerebral que le dejó en un aparente estado vegetativo. Ahora, parece que se le van a sumar más casos, y algunos mucho más claros. Como un rayo de esperanza, que a muchos lectores les traerá recuerdos de historias de ciencia-ficción algunos de cuyos detalles pronto podrían convertirse en realidad, ya hay científicos que, concienciados sobre el drama humano de estas personas a las que se considera muertas en vida cuando en realidad están conscientes, trabaja en una tecnología que ayudará a algunos pacientes en estado vegetativo a interactuar con el mundo exterior.
El caso más espectacular de los investigados por el equipo del Dr. Srivas Chennu, de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, es el de un paciente en un aparente estado vegetativo, incapaz de moverse o de hablar, pero que mostró signos de consciencia que no habían sido detectados antes. Esta persona pudo concentrarse en palabras señaladas por los investigadores como objetivos de audición, con tanta eficiencia como los individuos sanos. Si esta habilidad puede ser promovida y explotada de manera sistemática en ciertos pacientes sumidos en un estado aparentemente vegetativo, se podría abrir una puerta hacia el desarrollo de dispositivos especializados que en el futuro permitan a estas personas interactuar con el mundo exterior.
Para el estudio, los investigadores utilizaron la electroencefalografía (EEG), que mide de forma no invasiva la actividad eléctrica sobre el cuero cabelludo, para poner a prueba a 21 pacientes diagnosticados como sumidos en un estado vegetativo o de mínima consciencia, y ocho voluntarios sanos. Los participantes escucharon una serie de diferentes palabras mientras se les pedía que se concentrasen en detectar la palabra "Sí" o en otros momentos la palabra "No", cada una de las cuales aparecía el 15 por ciento del tiempo. Esto se repitió varias veces durante un período de 30 minutos para detectar si los pacientes podían prestar atención a la palabra objetivo correcta.
Los investigadores descubrieron que uno de los pacientes en aparente estado vegetativo fue capaz de filtrar la información auditiva irrelevante y centrarse en las palabras relevantes a las que le pidieron prestar atención los científicos. Mediante resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI) aplicada al cerebro, los científicos también descubrieron que este paciente era capaz de seguir mentalmente instrucciones simples sobre movimientos corporales para imaginarse jugando al tenis. También constataron que otros tres pacientes, en estado de mínima consciencia, reaccionaban a palabras nuevas aunque irrelevantes, si bien no pudieron concentrarse selectivamente en las palabras que los científicos les dijeron que debían ser sus objetivos de atención.
Estos resultados sugieren que algunos pacientes en estado vegetativo o de mínima consciencia podrían en realidad ser capaces de dirigir la atención hacia los sonidos de su entorno y entender incluso lo que otras personas dicen.
Este estudio es un paso más en una línea de investigación iniciada en 1998. Un hecho destacado ocurrió en 2006, cuando el grupo fue capaz de utilizar resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI) para determinar que un paciente en aparente estado vegetativo era capaz, valiéndose de la táctica de generar en su cerebro dos patrones de actividad cerebral claramente distintos, de responder de manera inteligente a preguntas a las que se pudiera contestar con un "Sí" o un "No".
La realidad hasta ahora oculta que este campo de investigación está sacando a la luz, plantea inevitablemente muchas reflexiones morales y éticas. El hecho de que algunas personas a las que se ha venido considerando muertas en vida, estén conscientes, experimenten emociones y sentimientos, y además sean capaces de escuchar lo que se dice a su alrededor y de percibir otras señales del exterior con aquellos otros de sus sentidos que estén activos, conduce a preguntarse hasta qué punto esas personas paralizadas pero conscientes se habrán sentido desesperadas de que se las tome por muertas en vida. 
Los hallazgos que se están haciendo deberían ser un revulsivo para mejorar la calidad de vida de esas personas a las que equivocadamente se ha creído inconscientes e insensibles. Los familiares que se empeñan en hablarle a ese ser querido postrado en una inmovilidad permanente pese a ser advertidos de que el paciente no percibe ni siente nada, quizá hayan hecho en algunos casos una labor mucho más humanitaria de lo que podría parecer.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Las mujeres neuróticas, celosas y ansiosas tienen mayor riesgo de Alzheimer


Para el estudio, se reclutaron 800 mujeres con una edad media de 46 años, las cuales fueron seguidas durante 38 años mediante pruebas de personalidad. El estudio encontró que las mujeres que obtuvieron mayores puntuaciones en las pruebas relacionadas con el nivel neurótico tenían el doble de riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer en comparación con las que tuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas.

Las mujeres maduras que tienen una actitud ansiosa, celosa, o ataques de mal humor y angustia pueden tener mayor riesgo a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo en Gotemburgo (Suecia).
La investigación, publicada en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología, tras un análisis ha mujeres durante casi 40 años, muestra que hasta un 19 por ciento de las mujeres con este tipo de actitudes 'tóxicas' podrían tener riesgo de padecer demencia o Alzheimer. "Gran parte de ésta investigación sobre el Alzheimer se ha dedicado a factores como la educación, el corazón y factores de riesgo de la sangre, traumatismo craneal, los antecedentes familiares y la genética", según ha explicado la autora del estudio, Lena Johannsson, quien recuerda que "la personalidad puede influir en el riesgo de la persona para la demencia a través de su efecto en el comportamiento, estilo de vida o reacciones al estrés".
Para el estudio, se reclutaron 800 mujeres con una edad media de 46 años, las cuales fueron seguidas durante 38 años mediante pruebas de personalidad, consultando su nivel de neurosis, extroversión (tímido) o extroversión (social), junto con las pruebas de memoria. Así, se observó que el 19 por ciento desarrolló demencia.
Ser una persona neurótica implica tener rasgos concretos en la personalidad, tales como ser una persona preocupada, celosa o de mal humor; además, las personas neuróticas son más propensos a expresar la ira, la culpa, la envidia, la ansiedad o la depresión.
También se preguntó a las mujeres si habían experimentado un período de estrés laboral durante más de un mes, o estrés por motivos de salud o su situación familiar. El estrés referido a aquel que genera sentimientos de irritabilidad, tensión, nerviosismo, miedo, ansiedad o trastornos del sueño.
Las respuestas fueron categorizadas de cero a cinco, con nunca cero que representa experimentar ningún período de estrés, a cinco, experimentando un estrés constante durante los últimos cinco años. Las mujeres que optaron por respuestas de 3 y 5 se considera que tienen mayor nivel angustia.
El estudio encontró que las mujeres que obtuvieron mayores puntuaciones en las pruebas relacionadas con el nivel neurótico tenían el doble de riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer en comparación con las que tuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas. Sin embargo, el vínculo depende de la tensión durante largo periodo de tiempo.
No obstante, aunque no se puede considerar como único factor de riesgo, el estudio demuestra que las mujeres que se angustiaban más fácilmente tenían el mayor riesgo de la enfermedad de Alzheimer. Un total de 16 de las 63 mujeres, o 25 por ciento, de estas mujeres desarrolló la enfermedad en comparación con ocho de las 64 personas, o el 13 por ciento, de los que no tenían signos de angustia o rasgos neuróticos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Implante pionero dispositivo de neuroestimulación activa que impide los ataques epilépticos



El centro médico de la Escuela Keck de Medicina, adscrita a la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, se ha convertido en el primer centro médico del mundo en implantar un dispositivo aprobado por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA), que detecta y responde directamente a la actividad anormal del cerebro vinculada al inicio inminente de un ataque epiléptico, para así impedir que tenga lugar dicho ataque.

El dispositivo tiene el potencial de ayudar a millones de personas en todo el mundo.
En una cirugía de tres horas, un equipo de médicos de la citada universidad le implantó el dispositivo a una mujer de 28 años de edad, de la ciudad californiana de Lakewood, a la que se le diagnosticó epilepsia en 2004. La receptora del implante, Kathleen Rivas, una aspirante a periodista, comienza así una nueva vida, y se convierte en una pionera dentro de este nuevo capítulo de la tecnología médica.
Rivas optó por recibir el implante porque la medicación no había logrado controlar completamente sus ataques.
Durante los próximos meses, sus médicos programarán el dispositivo para detectar la actividad cerebral que indica el comienzo de un ataque epiléptico.
El dispositivo es el único sistema de neuroestimulación activa del mundo aprobado para uso clínico. Los médicos de la USC han estado estudiando esta tecnología desde 2006, y están entre los primeros autorizados a recetarla, desde la aprobación de dicho dispositivo por la FDA el 14 de noviembre pasado.
La neuróloga Christianne Heck es la principal investigadora del ensayo clínico sobre este dispositivo en la USC.
La aprobación del nuevo dispositivo de neuroestimulación activa por parte de la FDA llegó después de un ensayo clínico sobre 191 pacientes con epilepsia que no podía ser controlada mediante medicamentos. El ensayo clínico mostró que, tres meses después de ponerse en marcha el dispositivo, los pacientes experimentaron una reducción de cerca del 38 por ciento en sus ataques epilépticos, mientras que esa reducción fue solo de cerca de un 17 por ciento en los pacientes a los cuales se les había apagado el dispositivo. Dos años después del implante, un 55 por ciento de pacientes experimentaron una reducción de por lo menos un 50 por ciento en sus ataques epilépticos.
Los pacientes con el dispositivo de neuroestimulación activa no pueden someterse a escaneos por resonancia magnética, tratamientos de diatermia (calentamiento localizado de tejidos mediante un campo eléctrico o magnético), terapia electroconvulsiva, ni estimulación magnética transcraneana. La energía que se genera en dichos procedimientos puede ser transmitida a través del dispositivo y de ese modo causar daños permanentes al cerebro. Evitando estos tratamientos, no debería presentarse ningún otro problema grave. Los efectos adversos más comunes que se presentaron fueron infección en el punto del implante y el agotamiento prematuro de la batería.
La epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta a 65 millones de personas en el mundo. En aquellas personas en las que la medicación impide por completo o casi por completo los ataques epilépticos, y no genera efectos secundarios relevantes, esta vía farmacológica es suficiente para permitirles llevar una vida normal. Sin embargo, la enfermedad puede ser devastadora para los pacientes que sufren muchos ataques que no pueden impedirse.
La mayoría de las personas que sufren de epilepsia logran detener por completo sus ataques, o al menos reducirlos a una cantidad muy baja, mediante la vía farmacológica, o bien sometiéndose a cirugía para extirpar la porción de tejido cerebral donde se originan los ataques, en aquellos casos en los que es factible realizar esta extirpación. Para los pacientes a quienes ni la medicación ni la extirpación les pueden ayudar, la implantación de un dispositivo de neuroestimulación activa puede ser la solución.
El nuevo sistema de neuroestimulación activa es fabricado por NeuroPace Inc., de Mountain View, en California, Estados Unidos.